Cómo evitar errores al hacer velas caseras: guía práctica para solucionar túneles, grietas y más

Cómo evitar errores al hacer velas caseras: guía práctica para solucionar túneles, grietas y más

May 12, 2025Vento Barcelona

El arte de crear velas caseras puede ser tan gratificante como desafiante. Muchas veces, quienes se aventuran a fundir, verter y perfumar sus propias creaciones descubren que, tras horas de ilusión y trabajo, el resultado final no es lo que esperaban. Túneles profundos, hollín excesivo, grietas, frosting o vetas indeseadas pueden frustrar incluso al más entusiasta. Sin embargo, cada error encierra una oportunidad de aprendizaje y mejora. En este artículo, abordamos los problemas más comunes en la fabricación de velas y cómo transformarlos en lecciones para lograr piezas de calidad artesanal.

 

El temido túnel: cuando la vela quema solo el centro

 

Uno de los errores más frecuentes —y visualmente decepcionantes— es el túnel en la vela: esa cavidad estrecha que se forma cuando la cera solo se derrite en el centro, dejando las paredes laterales intactas. Este fenómeno suele tener su origen en una mecha incorrecta, ya sea demasiado fina para el diámetro de la vela o mal posicionada.

La solución pasa por comprender que no existe una única mecha universal. Cada combinación de cera, fragancia, colorante, forma del recipiente y diámetro requiere un proceso de testeo con diferentes tipos y tamaños de mecha. Lo ideal es probar la vela en condiciones reales (al menos tres quemas consecutivas de varias horas) y observar cómo evoluciona el quemado. Una mecha adecuada fundirá la cera hasta el borde del tarro sin crear exceso de llama ni hollín.

 

Grietas y frosting: el enfriado importa más de lo que crees

 

Las grietas en la superficie o el efecto de “escarcha blanca” (conocido como frosting) son problemas especialmente comunes cuando se trabaja con ceras vegetales como la de soja. Aunque no afectan la funcionalidad, sí perjudican la estética de la vela, restándole ese acabado liso y pulido que asociamos con las piezas de calidad.

Ambos defectos están relacionados con la temperatura de vertido y enfriado. Verter la cera demasiado caliente puede provocar burbujas internas, mientras que un enfriado abrupto (por ejemplo, en ambientes fríos o sobre superficies de piedra) facilita la aparición de grietas y frosting. El secreto está en verter la cera entre 55 ºC y 65 ºC (según el tipo), y dejar enfriar lentamente en un entorno templado, lejos de corrientes de aire. Cubrir el recipiente con una toalla puede ayudar a mantener una temperatura constante durante el enfriado.

 

Hollín y llama incontrolada: una cuestión de seguridad

 

Una vela que produce hollín negro o cuya llama crepita y se descontrola no solo es un problema estético, sino también un riesgo. En el peor de los casos, una mecha demasiado gruesa puede calentar en exceso el tarro, provocando fisuras o incluso su rotura.

Aquí, nuevamente, el corazón del problema suele ser la selección incorrecta de la mecha. El material (algodón, madera, trenzado, encerado), su grosor y hasta su rigidez influyen directamente en la forma en que arderá la vela. Una llama estable, sin humos ni residuos, es el signo de que has elegido bien. No temas invertir tiempo en experimentar y ajustar. Cada vela debe pasar su “prueba de fuego”, literalmente.

 

La cera que no se adhiere al tarro

 

Nada decepciona más que ver cómo la cera se despega de las paredes del recipiente, formando bolsas de aire o manchas opacas. Este problema es especialmente visible en velas en tarros de vidrio y puede restar valor a una pieza que, por lo demás, está bien elaborada.

Para evitarlo, es crucial elegir la cera adecuada. Algunas ceras vegetales tienen mejor adherencia al vidrio que otras. Además, el recipiente debe estar perfectamente limpio, seco y a temperatura ambiente al momento del vertido. Si está demasiado frío, la cera se solidificará antes de tiempo, creando ese efecto de separación. Precalentar ligeramente el tarro puede marcar una gran diferencia.

 

El arte de probar y perfeccionar

Quizás la mayor lección que nos deja la fabricación de velas caseras es la importancia de los pequeños detalles. Cada variable —la cera, la mecha, el aroma, el pigmento, el recipiente, la temperatura— tiene un impacto real y medible en el resultado. Por eso, recomendamos llevar un cuaderno de pruebas donde anotes tus combinaciones, temperaturas y tiempos. El registro sistemático permite aprender de cada error y replicar con éxito tus mejores creaciones.

Y si sientes que necesitas orientación, no estás sola. Vento Barcelona ofrece talleres especializados donde no solo aprenderás a evitar estos errores, sino también a desarrollar un criterio estético y técnico que transformará tu experiencia creativa. En nuestro Taller Artesanal de Velas Aromáticas, descubrirás cómo elegir y probar mechas según el tipo de cera y recipiente, dominarás la temperatura de vertido y crearás composiciones que no solo decoran, sino que transmiten sensaciones.

Porque cada vela es una historia. Y cada error, una página de aprendizaje que nos acerca a la belleza de lo hecho a mano.



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